ENLATOILETTE: EXILIO VOLUNTARIO

Cada una desde su toilette, gritando o susurrando, lo que nos decimos a nosotras mismas. Un espacio para nosotras que tenemos alguna discapacidad y mucha presión social que no nos deja ser felices. Aquí todo está permitido mientras sea consentido. Sexualidad libre de críticas; abre el baúl de emociones, sentimientos, herotismo, sensaciones. En la toilette dejamos de ser las hijas de un Dios menor, cotilleamos, tramamos y soñamos con una realidad diferente.

14 mar 2021

Cuando te vuelva a encontrar que sea junio y garúe; 1ER envío.

 Sin ti y para siempre

Esa mañana, los buses no estaban parando en la puerta tres de la universidad. Hubo que caminar un trecho casi de una cuadra sorteando carritos, cajas y hasta bolsas de los vendedores ambulantes apostados antojadizamente por todo el camino. Además, una suerte de tráfico aéreo me hizo esquivar, toldos y sombrillas que me tropezaban la cara y a veces el cuello, varias veces para pasar fue necesario bajar la cabeza y hasta en dos ocasiones, una mano solidaria y fuerte, me sostuvo e impidió que tropezara y cayera. Probablemente en cada ocasión fue una mano distinta, pero su temperatura, la textura, o qué se yo, me trajeron su recuerdo. Por micro instantes, si eso existe, tuve la ilusión que él había vuelto, qué todo lo que hubimos conversado fue una pesadilla de la que afortunadamente me estaba despertando. De pronto, alguien que iba muy deprisa, literalmente me arrolló, Cuando caí en la cuenta, me estaba levantando con un poco de dificultad, me dolían las rodillas y Las palmas de las manos, hablando de manos, diferentes manos me devolvían las cosas que se me habían caído, mi bastón, mis anteojos, la bolsa de la lonchera Y hasta Uno de mis pendientes. Empecé a pensar que por algún conjuro de no sé quién Y por no sé qué razón yo me había vuelto invisible. ¿Era acaso que con él el mundo estaba conmigo y sin el el mundo estaba contra mí?

Leila, Leila, gritaba una voz de mujer conocida hasta que por fin me alcanzó, Leila, Leila, ¿Porque estas sola? Estaba apunto de contestarle por la misma razón que tú, pero me detuvo o mejor debiera decir me interrumpió la voz de Ernesto qué preguntaba, no sé si con preocupación o con curiosidad, -¿te has hecho daño Leila? -Nada irreparable aparentemente, gracias, -comtesté. -Te dejamos, -dijo Imelda, estamos llegando tarde. Imelda y Ernesto han vuelto, -concluí. Sí claro, eso puede ser, porque Ernesto sólo se había separado de Imelda, no se había casado con otra, pensaba mientras caminaba, ¡ah! Pero las sorpresas no habían terminado. una sensación de estupor, terror, se apoderó súbitamente de mí cuando caí en la cuenta que la punta de mi bastón se había metido en un buzón del alcantarillado al que algún delincuente le había robado la tapa y que mi pie derecho estaba a escasos centímetros De un horrible accidente. Mal asunto ese, pies de mujer ciega envueltos en sandalias con los dedos absolutamente expuestos en una ciudad hostil e inaccesible.

Al fin, el olor de algodón de azúcar y maní confitado, me dieron la señal que había llegado. La vendedora de algodón de azúcar me saludó tocándome el brazo, si has llegado solita ¿di? -comentó, más que preguntar, el ¿di? Era una muletilla muy frecuente de Los norteños Ella estaba haciendo un comentario, tal vez pensaba que sólo llegaría a la universidad si alguien me traía o me acompañaba.

Yo preferí sonreír y no decir nada más y mejor que planeado, desde alguno de los alto parlantes se oyó: “ no me pregunten por él, yo que les puedo decir, tengo el alma partida y la mirada perdida desde que no está aquí no me pregunten por él, él ya no quiso seguir y yo estoy hecha pedazos persiguiendo sus pasos desde que él no está aquí”. Sólo eso me faltaba, -pensé, ocurría que precisamente esa canción, era interpretada por cristal, que es una cantante mexicana también ciega y que sin duda quienes conocían la historia la asociarían con la canción Y por supuesto con la cantante.

Una voz interior, me decía, el mundo no gira entorno a ti, ¿porque se te ocurre que todos están pendientes de lo que te está pasando, de lo que estás pensando o de lo que quieres? Cada quien vive su propia vida.

Él se ha separado de tu vida, de tu camino, se ha descargado de los proyectos que tenían juntos, pero no sabemos ¿qué está pasando con El resto de sus relaciones? -continuó La voz.

Probablemente, yo tenía atrofiada mi habilidad para escuchar, y le preguntaba a la voz pero ¿por qué? No alcancé a recibir una respuesta Los saludos de diferentes compañeros y compañeras, ya no me dejaron escuchar la voz.

Era muy difícil concentrarme en las clases, tenía muchas preguntas sin respuesta. ¿Y ahora, qué estará haciendo? ¿Habrá borrado mi número de teléfono de sus agendas? ¿Qué les estará diciendo a los otros sobre mí, sobre la razones de nuestra ruptura?

De pronto una pregunta de la profesora de inglés me devolvió a la clase, How your boyfriend looks like? Primero, una especie de shoke se apoderó de mí, luego, empecé a contestar prácticamente en automático. Toda la descripción correspondía a él. La profesora comentó concierto sarcasmo cuando hube terminado, tu voz suena triste, no parece la descripción de tu novio. Cualquiera que te oye, diría que estás hablando de tu amor platónico o de tu ex. No contesté, oí unas cuantas Rejitas creo que nerviosas, no me pareció que El comentario fuera malo, sólo que yo estaba sensible


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25 sept 2018

¿A CASO RECORDABA SU NOMBRE?

Su  voz, el ruido de sus bastones, su persona entera, se había guardado queriendo o sin querer en mi memoria como la Pundungún. Inclusive me pareció recordar que Elmer, su pareja de aquel entonces la llamaba también Pundungún. Recordaba a  Civila y  creo que se llamaba  Anita la otra chica que participó en aquél incidente del Harén, la que tuvo el último turno.
En dos momentos hice ademán de ponerme en pie, para despedirme e  irme. El olor a  hospital, el sonido aunque bajo del perifonéo, y esa sensación de ¿qué rayos hago yo aquí?, estaba acabando con mis nervios. La  enfermera, bueno una de las que había, o mejor una de las que estaba, se me acercó las dos veces y tocándome el brazo, me dijo, ¡no quiere que se vaya!, ¡quédese un poco más! Yo  seguía pensando, ¿supe qué pasó después de esa especie de fiesta o  tal vez debería decir festín sexual de las chicas?, ¿Me encontré / coincidí con alguno de los participantes después del incidente? Tenía la mente nublada, eran demasiadas impresiones para una sola noche, quería comentárselo a Arnaldo, me interesaban sus conclusiones, él como buen psicólogo era bastante acertado armando estos rompecabezas sociopersonales. recuerdo que lo llamé pero él estaba ocupado y  ya no hablamos.
Depronto, un rostro mojado se acercó al mío, y una presencia de mujer pequeña, puso sus pequeñas manos en mis hombros, pienso que intentando que fuera un abrazo. Hablaba bajito, y  amí ya me está fallando un poco el oído. Recuerdo que casi en automático, acaricié su cabello lacio, muy corto,y besé sus mejillas mojadas, más que adivinar, supe de repente que se trataba de alguien que sufría,  aunque no sabía en absoluto quien era. Alcancé a  entender, "de Dorita, de Dorita", y ... ¡se hizo la luz!
Doris o  Dorita como la solían llamar, era la chica más joven, la niña castaña que había vuelto loco de lujuria al moreno  Elmer, la que hizo el tercer turno esa noche y la que tuvo otros turnos después, cuando se la llevó a  seguir jugando a la ducha. Yo recuerdo que antes de retirarme les dije a  la Pundungún y a Civila,- ojalá,esta niña no quede embarazada, porque ahí sí que van a  lamentar mucho lo de esta noche.
No recuerdo con claridad si las chicas me contestaron, yo salí, e  iba siguiendo con mi vida, hasta que un día no recuerdo si cercano a Oktoberfest     o  al Tag der Deutschen Einheit, recibí una visita inesperada en mi trabajo. Recuerdo que el agente de seguridad dijo: -Una señorita rubia con muletas y su guardaespaldas. ¡qué!, respondí sorprendida, traté de terminar lo que estaba haciendo y cuando bajé al lobby, sólo estaba Dorita.
Lo primero que me pasó por la cabeza fue que Dorita estaba embarazada. Pero me contuve, escuché con toda la paciencia que conseguí su discurso enredado. Me costó realmente entender qué era lo que me quería decir. Quise con todas mis fuerzas  que Dorita no notara mi exasperación. Me interesaba que se sintiera bien. Recién, advertí, con estupor, que Dorita además de la discapacidad física, de hecho tenía o  una discapacidad intelectual asociada o  problemas bastante serios de desarrollo intelectual. Lo que saqué en claro, era que ellos, Elmer y Dorita, se habían seguido viendo,(bueno más que viéndose), habían seguido acostándose, teniendo relaciones sexuales, dándose placer y  que su relación prácticamente era un triángulo con la de Elmer y la Pundungún.
Pero según Dorita, la Pundungún lo sabía y  no le molestaba. Al parecer la  Pundungún, hacía que Dorita le cuente sobre su  intimidad con Elmer para exitarse, porque Dorita era francamente y sin esfuerzo muy descriptiva.
¿Qué quería Dorita? Salir de su casa para mudarse al cuarto de Elmer, sí, el cuarto que tenía con la Pundungún. Obviamente, como Dorita no trabajaba,, pero tenía una pensión de derechohabientes que le había dejado su padre, con eso podría contribuir a pagar la renta y costear su alimentación.
Sólo que había un problema, la madre y su hermana mayor eran las curadoras, Dorita estaba interdicta. Pero ahí no acababa la cuestión, cuando yo le pregunté si había pensado en la posibilidad de que fallaran los cuidados y que ella pudiera salir embarazada y ¿qué haría con un bebé? si ella se sentía lista para ser mamá aunque fuera por un accidente.
Dorita me contó que a  propósito de una situación ocurrida cuando ella tenía nueve años que aconteció con un novio de su hermana mayor, la que era también curadora con su madre, ella fue hesterilizada. -Nunca saldré embarazada - me dijo.
A estas alturas de la conversación y para saber más o menos qué aconsejarle, Le pregunté, ¿cómo era la relación con su hermana? y Dorita me contestó en simple. -Mi hermana me quiere, pero se siente muy celosa, porque todos sus novios, inclusive su esposo, que ahora es su ex esposo, me prefieren a mí.
Sin que yo le pidiera que me explique en qué consistía la tal preferencia, ella me dijo. -o  sea, que me buscan a  mí para ir a  la cama. Les gusta mucho conmigo, se vuelven simplemente locos conmigo, sin que yo haga nada, como pasó con Elmer. Además yo no me canso, me dejo hacer de todo, y  ellos me hacen de todo. A  los hombres, les gusta meterme la lengua en la vagina y también por atrás, también los dedos, y a  veces comida que ellos sacan luego de ahí con la boca.  A  mí me pone muy nerviosa pero también me gusta. Les gusta lamerme todo el cuerpo, como unos perritos y  nos reímos mucho con eso. Además, a  pesar de mi pierna, yo me abro muy bien, hacemos varios jueguitos, también les gusta tomarme fotografías desnuda en diferentes posiciones. Creo que para que las vean después. Yo siempre estoy mojada y eso los aloca. Claro pero, nada que me duela, ahi sí, que yo me molesto y ya no quiero. Siempre es todo lo que me gusta y lo que a ellos les gusta también.
¿Tú los sigues viendo a  ellos? -le pregunté, -a  veces,respondió. -Y ahora que estás con Elmer también,   le pregunté, -ahora menos, pero sí los veo, me contestó.
Me sacan a  pasear, me llevan a  comer, me engríen, me dijo. Además, yo les gusto, terminó.
A quienes continúas viendo, le pregunté.
A Machín el ex esposo de Karina, a  Betito, mi vecino...

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14 sept 2018

UNA VISITA AL HOSPITAL


Yo había oído antes esa historia, sólo que de otra fuente. Me contaron que a ella no sé si los chicos o  las chicas de la universidad donde estudiaba la habían apodado la pundungún. Por la rapidez con que se cargó innumerables veces a  varios de los compañeros sin discapacidad, inclusive alguno que tenía novia en el grupo. Sin embargo con esos cuentos nunca se puede saber si es cierto o  es maledicencia pura y dura.
Cuando llegué, ya la habían pasado a piso, el accidente había sido realmente de gravedad, estaba ella descendiendo por una rampa con sus muletas e  iba con uno de los brazos colgada de una baranda entre el segundo y  el primer piso. La baranda cedió, y se precipitó abajo arrastrando a  la amiga en la caída.
Ella todavía podía hablar, pero habían recomendado que no se esfuerce. A mí no me gusta visitar enfermos, me deprimen los hospitales,me asfixia el olor a  medicamentos.
Me reconoció, dijo mi nombre. Pero la enfermera nos dijo a  mí y a  la otra persona que estaba y a  quien yo no conocía que tratemos de no hacerla hablar. Hubo un silencio largo, hasta que la amiga gritó, "¡no me mires así!"  me molesta, si te sientes mal por mí, ¡mejor vete! Yo estaba segura que se lo decía a  la otra persona,porque no podía ser a  mí. En ése momento, me sentí aventajada por no mirar, por no poder mirarla y mejor por no  molestarla. Me  quedé todavía un rato más, la otra persona se fue. Recordé que Elmer un sujeto afrodescendiente sin discapacidad era su pareja. Yo acababa de terminar mi relación  con Moni, Así llamábamos a  Salomón y la verdad fuí a  esa reunión casi arrastrada porque me había comprometido con las chicas con discapacidad física. Y ellas no paraban de llamarme intermitentemente para saber por que parte del camino estaba. Cuando llegué me recibió Civila, le entregué la botella de vino y unos bocadillos que compré. Se  me acercó la pareja de la Pundungún, más que amable creo que era impostado, "Doctora  Leyla  ¡qué gusto y qué honor tenerla por aquí!" -me dijo, yo sonreí, valbuceando un "gracias", Elmer me condujo hasta mi ubicación y empezó a  hacer preguntas tan desastrosas, que yo por educación fuí contestando con monosílabos hasta que por fin alguien o algo me liberó. La pareja de Civila, la otra amiga con discapacidad física,era un muchacho de ascendencia asiática creo que China, también con discapacidad algo más severa que la de Civila. En eso llegaron dos chicas más también con discapacidad física y sin pareja. Empezó algo que ellas intentaron que fuera un Karaoke. La  pareja de Civila dijo que había tomado medicina y que no podía consumir licor. En algún momento desapareció. Creo que entró a  alguna habitación a  descansar. Yo ya estaba por retirarme de la reunión, cuando se oyó, ruidos que al parecer eran provocados por un tiroteo. Además se fue la luz eléctrica y en esas condiciones no podía salir. Tuve que esperar. Las chicas ya habían consumido bastante licor. Y por lo menos la Pundungún se había retirado varias de las piezas de su ropa. Lo mismo estaba haciendo Civila, Y las dos otras que llegaron después de mí. Creo que el trago me había hecho invisible a  sus ojos, ellas se habían olvidado que yo estaba presente o probablemente ya no importaba. Entonces empezaron a  retar a  Elmer, "¡A que no puedes con las cuatro!"  -le dijo Civila, él contestó, "¿no puedo?, lo que pasa es que tú estás hambrienta porque tu chino no te da!",Civila riendo le contestó: "sí me da, pero muy poquito". La  pundungún se había tendido en el suelo y estaba animando a  otra de ellas a  que también lo haga. Seguían cantando las canciones, que sonaban en el equipo de música que ya estaba funcionando con baterías. "lloro, por quererte, por amarte, por desearte... ay cariño, ay   mi vida, nunca, pero nunca, me abandones cariñito", gritaban a  todo pulmón. Las  cuatro estaban en el suelo, muy tarde para mí, que recién pensé en refugiarme o  en la cocina o en la toilette. Ya  no iba a  poder pasar, además si me movía iba a  recordarles que yo estaba presente. Las chicas se habían desnudado, sus humores las delataban. Elmer, empezó a  hablarles en herótico muy subido de tono. Primero a  Civila, que gemía, expresando su placer, pedía, que la toque por aquí, que la muerda por acá, que le pase la lengua por aquí, que más, que más rápido, que se la ponga, que se la saque, que se la vuelva a  poner, que le gusta, que la vuelve loca, que quiere más. Que se lo haga otra vez, que le meta los dedos, que se la dé para chupársela, Luego cuando Civila se agotó o  se durmió,siguió la Pundungún, lo mismo, que hazme tuya,soy tu juguete, soy tu puta, soy lo que quieras que yo sea... luego las otras dos. Lo  mismo, lo que yo sí noté, fue que Elmer sí se había exitado con la tercera de las cuatro, 
una muchacha bastante joven, blanca, castaña y de ojos verdes. Porque mientras con las otras, el casi no hablaba, es decir eran ellas las que más hablaban y se expresaban, con esta muchacha, él sí se liberó totalmente. Le dijo, literalmente que en su perra vida, hubiera pensado que él, un negro, podía tirarse a  una mujer tan rica, tanta carne blanca, que estaba borracho de felicidad. Que ella era lo mejor que le había pasado a  él. Que él quería que hubieran otras veces más, que le gustaba su culo, que era el mejor culo que se había comido,que él podía hacerle muchas más cosas ricas que la harían volar, que lo dejara hacer, que no la quería soltar, que debían verse otras veces, que ella era lo mejor que le había pasado.
Luego siguió con la otra que quedaba pero fue algo muy cortito. Al rato, se volvió con la chiquilla, la despertó, besándola y haciéndole cosquillas, y le volvió a  hacer el amor, la hizo gritar de placer, la levantó del suelo, la puso en un sofá, le decía que estaba loco por ella, que su culo lo había embrujado. Que ella era la mejor. Luego se la llevó a  la ducha, y  se escuchaba como continuaban,acompañados con el ruido del agua,  la chiquilla no paraba de gemir, pedía más, por aquí, por acá, así me gusta, así, amor sigue, así...
Cuando dieron las seis, pedí mi taxi y me retiré. Claro después de escuchar la historia de la Pundungún, mientras Elmer, se había metido con la chiquilla, a la ducha, la Pundungún contó, que cuando ella era más joven, le pasó que después de una celebración de despedida del año viejo, terminó en un sótano con tres compañeros, que atendió sexualmente a  los tres y que desde entonces, en la Universidad, cuando ella se daba cuenta que uno de los compañeros quería con ella, la Pundungún se olvidaba del mundo y le daba trámite al expediente.

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20 nov 2017

LA MAESTRA COLOMBIANA

Me levanté sobresaltada, No entendí por qué la buscaba, es más ni si quiera sabía a quién buscaba. https://youtu.be/BaRaMHXrjLg https://youtu.be/JL4oVQg3ico https://youtu.be/BaRaMHXrjLg Encontré una entrevista con su voz, una joven tímida, bueno aparentemente tímida, pero muy tenaz y perseverante, que había conseguido remontar el reto de la discriminación y el prejuicio para hacerse de un espacio laboral. El Guarne, no sé cómo es, a qué huele, cómo suena...

18 nov 2017

¿Puede haber algo peor que un galán spam?

¿ALGO PEOR QUE
UM GALÁN SPAM?
… Otro galán spam.

Mi querida Marlene  cumpliría años la próxima semana y Ferdinand su marido había tenido la simpática ocurrencia de celebrárselo con una Déjà Vu party 80s style. La jaula de dinosaurias, se alborotó en tanto para el 60 por ciento de nosotras surgía la imperiosa necesidad de conseguir Chamberlain para la ocasión. Aunque en múltiples otras ocasiones eso se me había pasado muy por alto, por alguna razón presentía que esta vez era necesario. Wilhelm Xanthopoulos después del desafortunado encuentro en el evento de Von Meister, se me agregó al Messenger, se convirtió en un seguidor en el twitter, en el instagram, sólo no pudo colarse donde yo tenía que aceptar.  No pudo con mi FB, Así que tenía libre de Xanthopoulos mi whatsapp y mi skype, pero... como ni la felicidad ni la tranquilidad son eternas o completas, Me enviaba casi a diario frases en imágenes, perdí la cuenta de cuántas veces le expliqué que yo no puedo leer imágenes, que no me entero del contenido de sus fotos, que mi software no está habilitado para leer imágenes, las fotos llegaban rutinariamente entre tres a  cuatro veces por día.
Ocurrió también que durante una actualización del sistema operativo del móvil, los sonidos de los timbres y las alertas, quedaron todas ajustadas a una sola y no había forma de restablecer sus configuraciones personalizadas. Así que cada vez que me timbraba el móvil, yo no podía saber si se trataba de una llamada telefónica, facetime o facetime de voz, una llamada del Messenger o video Messenger, skype  o de whatsapp. Hasta en dos oportunidades a  causa de esa fatalidad tecnológica, contesté video llamadas  de Wilhelm Xanthopoulos en el Messenger. Además de su chabacanería innata, se atrevió a hacerme propuestas de matrimonio, con los agregados que yo no podía estar mejor que en sus manos, teniendo en cuenta que yo necesito que me cuiden. Xanthopoulos no me conocía, jamás tomamos juntos un café, ni nos sentamos a conversar en la banca de ningún parque, nunca tuvimos actividades juntos, excepto aquellas casi académicas organizadas por Von Meister. Durante una de las llamadas me comentó que trabajaba como seguridad de una agencia pequeña del Sparkasse Dresden que funcionaba dentro de una gasolinera. Nunca supe si esa referencia era real o ficticia. Hace unas horas, descargué una actualización del sistema operativo del móvil y por fin  pude restablecer las configuraciones personalizadas de varias aplicaciones. Casi a  la hora que lo hice entró una llamada de Wilhelm Xanthopoulos. Yo pensé en no contestar y además en bloquearla como spam. Sin embargo recordé la proximidad de la Déjà Vu party, así que contesté. Después de escucharlo decirme varias tonterías una tras otra, como que el día que vivamos juntos, él, Wilhelm, va a pedirme que inhabilite el video de la cámara, para que nunca más tenga video conversaciones con persona alguna, que a los familiares los llamaría yo… cuando quiera conversar usando video… que él preferiría que en adelante usara sólo zapatos bajos sin tacón para evitar accidentes…. Con todo eso, me atreví. Primero le hice recordar que el había pedido una oportunidad para conocernos mejor, que había pedido salir a  alguna actividad juntos, que él mismo había enfatizado en detalles como fiestas, almuerzos, otros eventos alegres….  Luego… le comenté de la Déjà Vu party y cuál sería mi sorpresa… Leila  me dijo, lo que tú quieres, es alguien que te cuide y que sea gratis, yo no trabajo para ti, si quieres en lugar de la Déjà Vu party, podemos ir a mi casa para hacer el amor. Vamos a algún sitio donde tú me presentes como tu novio, como tu futuro esposo. ¡No pude soportar más tanta majadería, tanta estupidez junta!, corté la llamada y lo bloqué, además lo reporté por acoso. Luego me recosté y quedé profundamente dormida.

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9 ago 2017

Un padrino

Me quedé dormida escuchando... "Wilkommen" - Cabaret (Original Broadway Production, 1966)  
https://youtu.be/kghMESXA9HU
Imaginándome recostada con vonMeister viendo un clásico del cine. Ya eran varias veces que fantaseaba con él, lo oía tararear, repitiendo Glücklich zu sehen, Je suis enchanté, Happy to see you, Bleibe, reste, stay. I'm.  Willkommen! Bienvenue! Welcome! I'm Cabaret, Au Cabaret, To Cabaret! Meine Damen und Herren Mes dames et Messieurs Ladies and Gentlemen,... su voz ronca y casi nasal era entonada… Pese a que nunca en realidad le había  oído cantar. La rutina era casi siempre la misma, sus manos en las piernas que había depilado para la ocasión su boca en mis senos primero el derecho y luego el izquierdo, Y luego una mano en mi bikini brasilero y la otra en mis nalgas…
un explorador pausado, metódico… Alguien que se satisfacía más que controlando, administrando la pasión… Como beberse algo sordo por sorbo...
cuando me desperté, ya era jueves, El día en el trabajo transcurrió sin novedad, aunque con algunos sobresaltos estúpidos, casi me volteo el almuerzo en la ropa, pero no ocurrió. Y a la hora de tomar detergente del dispensador, me pareció que unas gotas salpicaron mi pecho derecho, pero no… Nada de eso ocurrió felizmente.
Cuidé mucho, mucho más que otros días mi ropa, que no se corriera el maquillaje y que el cabello no se me desordenara. Quería estar regia para el encuentro… no imaginaba impresionarle pero quería evitar causarle una mala impresión… por fin, apenas dieron las cuatro 30, salí de la oficina como alma que lleva el diablo… el servicio de taxi que pedí, demoró un poco pero llegó. 45 minutos y ya estaba en el lugar de la conferencia, en la puerta me encontré con una pareja de jóvenes, que habían sido sus estudiantes y de vez en cuando le hacían de asistentes, creo que voluntarios.
Me saludaron con mucho afecto, Él se puso de mi lado izquierdo y ella de mi lado derecho, me tomaron cada uno de brazo que correspondía y me condujeron hasta la sala de conferencias. Conversamos un poco, de trivialidades… de algunos incidentes con los refugiados, de otros con los médicos sin fronteras, Ella me preguntó donde quería acomodarme, en qué lado de la sala, le dije casi sin pensarlo, que quería el ala derecha no muy cerca a los parlantes… Me acomodaron se despidieron y creo que se fueron.
Yo saqué mi teléfono para registrar  mi visita en el SwarmUp Y mis narices creyeron reconocer su perfume, el de VonMeister. Alguien se había parado a mi lado derecho, detuve mi actividad, intentando entender lo que ocurría. Pasó menos de un minuto y la presencia se alejó, presumí que se fue. Un minuto más y advertí que regresó pero por el otro flanco, al parecer se había dado la vuelta para ingresar por el otro lado de la fila de asientos en la que  yo estaba ubicada, se acomodó a mi lado izquierdo y de pronto sentí que tocó mi brazo, presionándolo suavemente. "¡Hola! soy Wilhelm Xanthopoulos, un muchacho no muy guapo pero tengo mi pepa, jajaja rió. Son varias veces que te veo en las conferencias de VonMeister, siempre que he querido acercarme, hay alguien que se me adelanta. Se me trababan las palabras cuando intenté hablarte, pero ahora… escucharemos la conferencia uno al lado del otro" ¿No es maravilloso?" Yo me quedé en silencio unos minutos, él tenía el aliento cargado, tuve que volver la cara hasta en dos ocasiones porque sentía que me asfixiaba. Puso su brazo derecho sobre el respaldo de mi silla y de vez en cuando tocaba mi cabello con sus dedos, lo oía hacer presumo que descripciones del ambiente bastante cerca de mi rostro, de mi oído. "Te llamas Leyla De la Jara lo averigüé tres conferencias atrás… Además sé que prefieres los jugos al café y los snakes A los dulces en los coffee break Del receso."  Empecé a sentir una sensación entre hastío, miedo, indefensión… Ésa persona, Wilhem Xanthopoulos  me estaba imponiendo su presencia, definitivamente no estaba interesado en saber lo que yo quería, cómo me estaba sintiendo o si me sentía cómoda en su compañía. Empezó la conferencia, yo me sentía perturbada. Llegó El receso, el momento que yo había esperado por meses, para acercarme a VonMeister, o para que él se acerque a mí.  Como ya había ocurrido antes. Sin embargo, presumí, que la presencia de este invasor, lo cambiaría todo. Me tomó del brazo, diciendo: ¡vamos! ¿O prefieres que te traiga algo? Le dije que no, que no iba a tomar nada del break! Él se levantó y salió, presumí que a traerse o a traer algo para ambos… me puse de pie  y empecé a caminar hacia el lugar donde oía que se dirigían  las voces y los pasos de los concurrentes… de pronto...  ¡vonMeister! "Mi amiga", dijo poniendo sus manos sobre mis hombros, acercando su rostro para que yo le besara en la mejilla, sentí, que ya no sólo latía mi corazón, creo que me latía hasta la cabeza… "Veo que ha venido acompañada" me dijo. Yo me mostré sorprendida, pero quise ser agradable Y le respondí que siempre vengo acompañada de mi bastón. VonMeister, soltó una sonora carcajada, tal como yo lo esperaba. ¡Ah! Es que aquí veo a un caballero, que muy solícito la atiende… ha traído una fuente Y tenemos… Jugo, algunos dulces… Dijo VonMeister.  ¡Profesor! Dijo el invasor, sírvase también usted… A ella la he visto varias veces, siempre que quería acercarme alguien se me adelantaba, averigüé su nombre, me fijé en sus gustos, pero cada que quería hablarle se me trababan Las palabras. Mi voz no sonaba, perdí varias oportunidades. Ahora, al fin se me hizo… ¡Profesor VonMeister!,  me quiero casar con ella, dígaselo, recomiéndeselo, ¡Estoy enamorado! ¡Lo se! Mientras lo decía, yo sentía que se me descomponía el cuerpo. VonMeister no sé si lo advirtió, jugueteó afectuosamente con mi cabello y luego pasó suavemente sus dedos por mi cara, a mi me corría un sudor frío… ¿Qué dice mi amiga?, Me preguntó VonMeister, ¿Cómo recibe usted las pretensiones de este caballero enamorado? Continuaba. Yo terminé de descomponerme… sentí que mis piernas   me sostenían apenas, hasta que atiné a responder, sólo pienso en lo que ha dicho Paracelso, yo no lo conozco… le dije, él tampoco a mí… en eso, una señora se acercó y saludó con especial coquetería a vonMeister, con un poco de dificultad, pero creí reconocer a la historiadora Eva Lausheim.  vonMeister procedió a presentarnos, luego dijo con cierta solemnidad: Eva mi amor, este solicito caballero que tenemos enfrente, me ha puesto en una situación muy particular. Se ha reconocido enamorado de mi amiga Leyla de la Jara, quiere que lo ayude a conquistar su amor.  Eva, (sorprendida), repitió casi automáticamente, ¡difícil, muy difícil!. VonMeister, finalmente dijo ajustando mi hombro para que supiera yo que es a  mí: bueno, mi amiga, si lo llega a considerar, no dude en comunicármelo, que yo con muchísimo gusto, sería El padrino. El invasor, reía en muy alta voz Y abrazando a VonMeister, le daba las gracias, mientras yo experimentaba una sensación de altísimo desconcierto. Finalmente, atiné a decirle a vonMeister: no recuerdo si se lo comenté profesor, pero a mí me criaron los tíos, y afortunadamente todavía ellos están vivos, si yo tomara una decisión como esa, muy a pesar de su generosa oferta, el tío Klauss tendría para esa responsabilidad la prioridad indiscutible… Sin embargo, en caso me reencarnase, en caso me tocara vivir otra vez… Le buscaré a usted sin duda para que sea mi padrino profesor vonMeister. Todos reímos, aunque para mí, la conversación estaba terminando en un nudo.

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6 may 2017

Se venden los recuerdos.

https://www.facebook.com/DepartamentoBarranco360/videos/10154766058173318/
Se vendía su departamento… 
Desde que falleció estuve esperando…  Sabía que pasaría, la última vez que estuve en el departamento fue casi tres meses antes de que Werter falleciera. Los ambientes del depa, tenían ese día un olor como a canela, yo le hice algunas bromas sobre eso.   Era según  él, El ambientador, esa mañana, había estado a limpiar la señora  Gerda. Él hizo algo temerario,  canceló a la técnica que debía a cuidarle ese domingo por la tarde, Y a la que estaba de salida, le encargo que comprar algo para almorzar. Yo tenía miedo, sabía que estaríamos solos, eso me emocionaba, aunque yo era consciente de cuál era el estado físico de Werter. Hasta en Dos ocasiones le pregunté: ¿Estás seguro que no la necesitas? En referencia a la técnica que él acababa de cancelar, por qué a mí no me molesta que ella esté, agregué. Él me respondió con bastante confianza, que no la necesitaba, que podíamos estar solos. Me acerqué al andador, él me abrazó, acarició mi cabello, mi rostro, -no te preocupes, me dijo. Estaremos bien. No quiso que almorzáramos en las bandejas donde habían venido los alimentos, siguiendo sus instrucciones, busqué los platos, los enjuagué y los sequé con toallas de papel secante, igual, siguiendo sus instrucciones, serví en Los platos el contenido de las bandejas, busqué los cubiertos y en más o  menos 20 minutos, todo ya estaba listo Y dispuesto. Werter, era un hombre elegante, siempre había sido muy bien atendido. Yo en cambio, soy muy funcional, no me he entrenado en la estética ni en la decoración, para mí es suficiente con que la comida no se caiga fuera del plato. Suficiente que esté disponible para comer. Y creo que eso me quiso decir, cuando me dijo que yo era muy simple, que las circunstancias, le obligaban a tolerar y a aceptar como usuales, situaciones que en otro momento… sencillamente eran impensables. Todo se desarrolló con bastante normalidad, nos reímos mucho mientras yo servía, Como siempre conversamos mucho y variado. En un momento del almuerzo, se atragantó, yo pasé un poco de miedo, pero felizmente fue algo de rutina. Estuvimos escuchando música, luego fuimos a su habitación y nos tendimos uno al lado del otro en su cama. Estábamos conversando y de pronto nos quedamos dormidos abrazados. A las ocho llegaría la técnica de noche, yo le acompañé hasta que ella llegó. Pedí un taxi me despedí de Werter y me fui del departamento, con una inexplicable tristeza. Una tristeza que no se debía a algo que había pasado, sino más bien a un presentimiento, la idea de que todo ya no volvería nunca más hacer como fue, que lo que estábamos disfrutando, debíamos disfrutarlo intensamente, porque probablemente, se acabaría. 

4 may 2017

¡Adiós amor!

Desde comienzos de agosto, no había podido comunicarme con Werter Wiedermann Y💔 Yo percibía que él no quería contactar conmigo.🤙🏻 Aunque, las dos enfermeras, siempre fueron amables para megármelo incluso al teléfono.🙃 Una de las veces, me contestó su hija, Como de costumbre, yo no rebelé mi identidad, en ese preciso momento invente una, sin embargo no pude hablar con Werter.🙏  Las tres últimas noches, 7, 8 y 9. Lo soñé entre dormida y despierta. Werter ya no tenía un funcionamiento sexual ordinario. Por eso, cuando bromeaba con mis amigas, que me hacían bullying  en razón de la edad de Werter, yo siempre decía: no tiene un funcionamiento sexual ordinario, ¡Es extraordinario! 🤣 nuestros encuentros contaron con la presencia de ambos protagonistas, el Werter mayor pero varón, vital y experimentado, que de maneras originales, insospechadas, me condujo al Éxtasis, a la luna. Y el Werter patriarca, conservador, casi un sacerdote. El Werter viudo, que se había autoimpuesto un perfil desolado, en luto permanente por la amada esposa que nunca podría ser reemplazada por mujer alguna sobre la tierra. En esos casi dos años, aprendí a interactuar con ambos. Encontré la manera de identificar cuál de los dos estaba en el humbral. Poco poco dejaron de lastimarme Los comentarios recriminadores Del Werter patriarca. Que se culpaba a él mismo y a mi también, por los antojos, por la ansiedad de sentir, por ese fuerte deseo de estar juntos. La noche del 8, precisamente en la víspera, lo soñé o mejor dicho nos soñé abrazados, A medio desnudarnos, Como estuvimos tantas veces, El deslizaba sus manos sobre mis muslos hacia mi pubis,  yo estaba en posición semi recostada,él con medio cuerpo casi sobre mí. Me besaba apasionado, me decía: "Leyla, te voy a decir un secreto, un secreto de Elinor Y frotando mi pubis por encima de la ropa interior, ¿Tú te depilas aquí? Elinor lo hacía… luego me retiraba suavemente la ropa interior mientras besaba y mordisqueaba mis pechos… en ese momento del sueño, me desperté. Más que un sueño eso era un recuerdo, ese diálogo precedió a la primera sesión de intimidad que tuvimos. La noche del 9, nos recordé juntos en la ducha, Werter tenía lesionada una pierna, por eso para equilibrarse, usaba un bastón de apoyo, había puesto a su ducha una baranda que le permitiera sostenerse. Pegó su rostro al mío Y comentó: ¡Qué pena que tus ojos sean mudos! Los ojos de Elinor eran verdes, grandes, brillantes en quietos… sentí que una espada me atravesaba el cuerpo, que algo contundente como una piedra había golpeado mi cabeza, pero no dije nada, él siguió, si tú serías como cualquier mujer, como la mujer que viene y me hace la limpieza, Como cualquiera de mis enfermeras, como mis amables vecinas, esto que está pasando entre nosotros, no estuviera ocurriendo, esto ocurre porque tú eres excepcional! Lo último sinceramente me confundió, pero lo ignoré. Después de eso quedé profundamente dormida. Pero no había apagado el teléfono Y tenía las notificaciones activadas. Me desperté sobresaltada al escuchar: "Twitter, Twitter… El connotado político de izquierda Werter Wiedermann, ha dejado de existir en una clínica Local!" Se había ido, Werter se había ido. Me enteré por el Twitter… abrí mis redes y busqué de entre todas las publicaciones, Las mejores para re postearlas con comentarios de pesar alusivos a la perdida…
En ese momento, decidí que no iría a los funerales, pese a que mi condición de exalumna, era un buen pretexto, suficiente… además probablemente algunas de las compañeras irían, podríamos hacer yunta, para que mi ceguera y mi presencia no sean tan evidentes. Pero… No, decidí que no iría. Los subsiguientes días, fueron de mucha tristeza y oscuridad para mí. Momentos se combinaban en recuerdos caprichosos… Ya no sería nunca más. 

17 ene 2015

¡No me creas!

¡No me creas!
Eso dijo, ¡no me creas! repitió Lars Mientras me rodeaba con sus brazos en algo que yo presumo intentó ser un abrazo, Pero hasta eso le salía mal. Yo no me sentía abrazada, yo me sentía bastante lejos del afecto, me sentía presa, parametrada, profundamente incómoda.
Luego me plantó un beso en los labios que casi fue un mordisco,me dio asco su humedad, me reclamaba insistente una respuesta,me exigía que yo le responda Y repetía: ¡no me creas!
A mí no me pasó desapercibido que poco a poco los días anteriores, nuestro contacto empezó a hacerse pesado, sentí que la espontaneidad de nuestro saludo al encontrarnos y de nuestra despedida al separarnos ya no estaba, que se había perdido la frescura,la naturalidad de nuestra comunicación y se hacía cada vez más forzado todo. La pregunta del millón: ¿qué hice mal?, ¿Qué de todo lo que él decía que le gustaba, qué le ha dejado de gustar?¿Será que ahora ya no le gusta nada?, empecé a excusarme para evitar nuestros encuentros, me ayudó mucho mi conocida migraña, quería que si esto estaba llegando prematuramente a su fin, el fin fuera digno.
después de lo ocurrido, hacerle una escena O simplemente reclamarle, primero me parecía forzado, inadecuado. Estábamos en una reunión y esos comportamientos se hubiera parecido a situaciones que yo he criticado duramente. Por lo demás, me invadía una desesperanza desoladora, una seguridad inquebrantable que tanto escenas como reclamos serían inútiles, nuestra relación estaba desafortunadamente en su sepulcro.
Él, -no sé qué quería-, su conducta más que confundirme me incomodaba, empezó a desplazar sus manos por distintas partes de mi cuerpo, por encima del vestido y presumo que intentando hacerse El travieso por debajo también, usando El escote y las mangas.
Mientras lo hacía... y quizá para distraer la incomodidad que me producía su comportamiento desatinado, me desconecté.
Creo que regresé unas semanas atrás en esa máquina del tiempo que todos tenemos.
En la oficina, yo permanecía callada, interactuaba poco,Y me volqué todo cuanto pude a Las redes sociales, mis reservas de fuerza, me permitieron no traicionar a mis costumbres, de evitar postear mis penas o paltas existenciales, mis publicaciones (según yo), eran las de siempre, política, derecho, ciencia, psicología.
Coincidió no sé si afortunadamente aunque pienso que sí, con que la plomería y las instalaciones eléctricas de mi departamento, afectadas por un incendio en el piso superior, estaban siendo reparadas lo cual me había obligado a refugiarme en otro domicilio hasta que terminen las reparaciones.  Me acogieron Gretta y Carmela tías de Harold esposo de mi querida prima Sherry, la primera,   Gretta, era viuda, quedó viuda muy joven, su marido era un funcionario de una ONG internacional y trabajaba como médico en el África, murió asesinado. En cambio Carmela, era soltera, una española muy simpática, con la que por supuesto yo tenía mejor comunicación. La verdad era que yo sabía muy poco respecto de la vida y costumbres de mis anfitrionas, apenas supe que ellas solían  irse a dormir poco antes de las nueve de la noche y que era muy recomendable que no hubiera ruido que las despertara O que pudiera asustarlas.
En las escasas ocasiones en que era previsible que mi actividad iba a extenderse más allá de esa hora, pagué una habitación de hotel. A las tías, les dije que me quedaría en casa de una amiga.
Ocurrió que mi querida amiga Jeannine había tenido la deferencia de invitarme a la presentación de su libro y a la cena que ella y Henry su esposo ofrecían para Dar la noticia del próximo matrimonio de Rossina sobrina de Jeannine, que era casi como una hermana menor, la distancia en edad era muy poca. Rossina había salido muy lesionada de una relación anterior,que duró aproximadamente entre ocho y nueve años.
Lars también estaba invitado, tanto a la presentación como a la cena. Él y Rossina habían trabajado juntos en una agencia de gobierno varios años atrás, razón por la que Lars  conocía a la anterior pareja de Rossina. Luego ella consiguió trabajo en otra ciudad y ellos dos Lars y Rossina se vieron muy poco.
Cumplió, pasó por mi como a las cinco 30 de la tarde a casa de Gretta Y Carmela para ir a la ceremonia de presentación del libro tal y cual habíamos quedado.  Durante el trayecto, cruzamos apenas unas palabras, poco antes eso era insólito, pero más o menos dos semanas atrás había empezado a hacerse frecuente.
Cuando llegamos Al centro cultural,después de ayudarme a ingresar, me dijo: "ve avanzando al auditorio, tengo que asegurar el carro", no niego que me sorprendí por la instrucción también atípica,afortunadamente mi bastón blanco de ciego siempre viaja conmigo. Sin embargo, en lugares poco conocidos, experimento cierta dificultad.
Eso… Tampoco solía pasar entre nosotros, procuré no acusar el golpe y empecé a caminar. Como probablemente hubo miradas acosadoras que le reclamaron, él volvió y poniendo su mano derecha  sobre mi hombro izquierdo al mismo estilo de cuando uno empuja un carrito de compras en un Mall, caminó conmigo hasta el auditorio Y salió luego sin decir palabra.
La ceremonia empezó, si Lars regresó, yo no me enteré, no regresó en la butaca de al lado donde yo le esperaba.
Esa silla permaneció libre y disponible durante toda la ceremonia.
Cuando la ceremonia terminó, me incorporé y me dispuse a salir, entre la gente, apareció Lars Y en la misma posición del carrito de compras, salimos hacia los estacionamientos.
Mientras nos dirigíamos a casa de Jeannine Y Henry, me hizo algunas preguntas atípicas, que yo preferí contestar con monosílabos, procurando no mostrarme afectada. Mi discapacidad visual y el escaso entrenamiento en expresión corporal, me permiten muy poco control de la expresión de mi rostro. A la gente y especialmente a aquellos que son cercanos, se les hace relativamente fácil leer mi estado de ánimo, pese a mis esfuerzos.
Percibí que a Lars lo inquietaba saber si yo había preguntado por él a alguna persona,  O que si alguna persona me había preguntado por él. 
Decidí casi A portas de llegar,darle la satisfacción de saber que ni yo había preguntado por él a nadie ni nadie me había preguntado por él a mí. Se lo dije creo yo, lo suficientemente claro como para que no tuviera dudas.
Al llegar, entrando ya en la casa, introduje uno de mis pies en el jardín y casi me voy de bruces, la anfitriona, me recibió muy afectuosamente y me acomodó a una de las mesas para cuatro personas que se habían instalado en toda la casa, la mía estaba bastante cerca a la terraza. Transcurrida más o menos una hora, apareció Lars, acompañado de Rossina que lo mismo que Jeannine, me saludó con mucho afecto. Indicó a Lars que ese era su sitio, refiriéndose al que estaba a mi derecha. Y nos dejó.
Frente a nosotros, una pareja con la que yo ya había cruzado algunas palabras, conversaba en voz baja.
De pronto, Lars con expresión enojada y en tono medio, me increpó: "no te saldrás con la tuya". yo no estaba segura si eso era una alucinación auditiva o realmente él lo estaba diciendo, preferí guardar silencio, pensé que debía entender mejor de qué se trataba. Y no te hagas la tonta, continuó. ¿Qué has hecho, has publicado que vamos a casarnos?, empecé a estresarme, no entendía, como había terminado yo de interlocutora en esta conversación, no lo entendía. ¿Qué pensaste, que soy tan idiota que no iba a darme cuenta?, Siguió elevando un poco más el tono de su voz, llegaron los Mozos y pusieron el primer plato. Yo en voz baja, le contesté: no tengo idea de qué estás hablando, no hice ninguna publicación Y si estás incómodo no te sientas amarrado a tu silla, porque no lo estás, múdate, busca otra mesa y acomódate.
Sentí un golpe con el mango de uno de los cubiertos en mi brazo derecho, no pude evitar acusarlo, y froté mi brazo.  Él continuó, si Rossina no me ha invitado a su mesa como siempre ha hecho, es por ti. —Lo lamento, le dije. 
Lo siguiente que sentí fue un codazo, lo mismo, no pude evitar acusarlo Y froté mi costado derecho para mitigar el dolor. —Si tú no quieres irte le dije, puedo irme yo, entonces me levanté de mi silla, Él tiró de mi brazo derecho y me obligó a sentarme con brusquedad. Ella me está evitando, por no hacerte daño a ti, siguió farfullando. Si supiera que ahora, ni si quiera te tengo pena, porque eso es lo que yo tenía, pena de ti. ¿te sorprende?, ¿Qué pensaste que me gustabas?, seguro nunca pasó por tu cabeza, que un hombre como yo, no podría ver en ti más que... Se detuvo, la razón no puedo intuirla. Los Mozos pusieron las copas, y el maestro de ceremonias tomó el micrófono para saludar a los presentes.
Muy bienvenidos todos,dijo, yo dejé de escuchar las palabras, una enorme tristeza me imvadía, me volví a desconectar. No sé cuanto tiempo hubo transcurrido, pero los aplausos no sé exactamente a quién o para quién, me reconectaron nuevamente. La mano de Lars tocaba mi brazo derecho insistentemente como pasándome la voz, y es que me estaba haciendo según él, por tercera o cuarta vez una pregunta: ¿Rossina tiene un hermano?, —preguntó, tuvo, contesté,¿falleció? Siguió preguntando, sí, respondí. ¿Alguien de la familia ha venido?, ¿Sabes?, sí, —le dije, mucha gente, la mayoría de los presentes son parientes. No, me replicó, me refiero a alguien muy cercano, Como para estar sentado a la mesa con Jeannine. Yo, hice un silencio breve, pensando, si era posible, que él, tan agudo para otras cosas, no se hubiera dado cuenta que ese invitado,era precisamente el prometido de Rossina, en buen cristiano la razón por la cual él había sido desplazado.
—Probablemente, lo sabremos en unos minutos, —le dije, ten paciencia.
Mi amiga Jeannine tomó el micrófono y muy emocionada, compartió la noticia. Siguieron de inmediato, las palabras del novio, las de Rossina, Y luego, invitados que espontáneamente tomaban el micrófono para dar su Buon Auguri A la pareja.
La tristeza de antes, no se había ido de mí. Yo traté de encontrarle explicaciones,no le había propuesto a Lars que viniéramos juntos, es más, ni si quiera se lo había pedido. Pienso, que jamás le obligué A estar conmigo, ¿qué pasó? En eso, mi amiga Jeannine se acercó a mi mesa con el micrófono, diciendo: Leyla querida, queremos escuchar lo que nos tienes que decir, habla por favor.
Yo me quedé perpleja, sentí vértigo como cuando en ocasiones he subido a la montaña rusa, hice un silencio, y luego hablé: querida Rossina, A varios de los que te conocemos,nos has maravillado con tu arte y tu sensibilidad para cultivar hermosos viveros, tienes la especial capacidad de hacer crecer aquello que germina, fortalecerlo y embellecerlo para luego compartirlo, estoy segura, que harás lo mismo con esta nueva etapa de tu vida para Alegría tuya, de tu familia y de todos tus amigos.
Recuerdo que cuando volví a conectarme, había tomado la palabra el señor Jeoffrey, cuñado de Jeannine, el timbre de su voz me sobresaltó por el enorme parecido que tenía con la de mi vecino Marcel Le Blank.
Lo que yo misma dije, lo supe mucho después a propósito de un vídeo de la reunión que vimos en casa de Jeannine varios meses más tarde.
En el vídeo, yo termino de hablar Y me quedo como suspendida en el aire, luego, se acercan varias personas, que me saludan y me felicitan por mis palabras,todo eso, era una enorme laguna que yo no recordaba.
Él,trataba de revolverme el cabello, recuerdo que le dije está bien, no te creo pero no me desordenes el cabello.  Recuerdo también, que yo escuchaba su voz, pero era como si él hablara en otro idioma que yo no comprendía, Y luego… Otra gran laguna.

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24 mar 2014

yo te saqué de tu casa y yo debo devolverte

la noticia del próximo matrimonio de Casandra me llenó de mucha alegría.
la amistad entre sus padres y yo tiene larga data, somos amigos los tres desde que éramos adolescentes.
Cuando Casandra era apenas una bebé tuve ocasión de levantarla en brazos, Casandra siempre ha sido una niña muy linda, muy cariñosa,  que ahora tomara estado me producía una real satisfacción.
Andrés y yo habíamos empezado a salir quizás algo discontinuos, como hace unos tres a cuatro meses antes del matrimonio. Mientras tomábamos un helado, le comenté muy superficialmente respecto a esta invitación del próximo matrimonio de Casandra, me cuidé de no darle detalles. Él, retuvo la fecha, y comentó casi balbuceando, viernes nueve, es el quinceañero de mi sobrina. me preguntó si yo iría de todos modos al matrimonio, le dije que sí pero cambié rápidamente de tema. En otra ocasión anterior me había mencionado el quinceañero, pero nunca me dijo vamos, yo entendía que él no estaba listo, ¿listo para que? Para presentarme a su familia. Debería más bien decir exhibirme a mí y a mi discapacidad ante su familia. No estaba listo para dar respuestas, ¿porque con esa mujer ciega? No estaba listo y eso era todo.
yo me preparé para ir al matrimonio, mi intención era llegar a la iglesia, ir a la reunión en los salones parroquiales y luego ir con alguno de los amigos a la fiesta en la casa de campo. en ocasiones anteriores cuando se fueron cazando los hijos de mis amigos, hice eso, y me dio muy buen resultado.
El día anterior al matrimonio Andrés me llamó y me dijo que quería que fuéramos juntos, yo con cierta preocupación le dije que yo pensaba que era mejor que él fuera al evento familiar que tenía planeado y que yo iría al que yo quería ir.
Él casi cortando la conversación, determinó que iríamos juntos, que el pasaría por mi y que así sería.
esa sola actitud ya me generaba preocupación, no la reconocí como sobreprotección sino como autoritarismo machista. 
llegó el día, Andrés no llegaba, yo lo llamé y le dije, que si no llegaba en 10 minutos, yo iría por mi cuenta, que si quería, podía alcanzarme. la verdad es que llegó en 12 minutos.
Nuestra conversación camino a la iglesia fue bastante tensa, la verdad es que el tráfico estaba pesado, no podía culpar sólo a Andrés de eso, pero no era agradable.
Durante la ceremonia el tubo detalles muy simpáticos, me fue describiendo escenas y actitudes de las personas, que si en algún momento hubo una risa a coro, el me dio los detalles de porque  era eso. gracias a él tuve conocimiento de algunos hechos anecdóticos, cosas derivadas de la torpeza y nerviosismo de los padrinos y de alguno de los novios.
recuerdo un comentario después de una de las descripciones, me dijo: "quiero que te sientas como si vieras", yo recibí ese comentario con sentida preocupación,
otra vez no reconocí sentimientos de protección hacia mí o alguna forma de paternalismo, sino más bien un rechazo soslayado a mi discapacidad visual. Hice un comentario en respuesta y en muy baja voz, no es necesario, pero, gracias -le dije.
entramos con todos los demás a los salones parroquiales, yo me saludé con varios de los amigos y  les fui presentando a Andrés, empecé a recibir ofertas de parejas de amigos para acercarme a la casa de campo, Andrés empezó a contestar por mí, ella no irá, la llevaré a su casa en media hora porque yo tengo un evento familiar.
presumo que en mi rostro se reflejaba el desconcierto, porque los amigos, no aceptaban esa respuesta, y varios de ellos me dijeron -conversamos, aludiendo a -conversamos cuando éste se vaya-.
cuando por una tercera vez Andrés iba a contestar por mí, contesté yo adelantándome, asentí, OK, genial, voy con ustedes, muchas gracias.
Andrés me tiró del brazo y me dijo: no puedes hacer eso, yo te he sacado de tu casa, yo voy a devolverte. haciendo un verdadero esfuerzo para contenerme, le dije: no te preocupes, yo ya me he comunicado con mi casa, ellos saben que estoy yendo  a la fiesta en la casa de campo.
Andrés me respondió un poco más enojado: "no, ese no fue el trato" esta vez con mucho menos esfuerzo que la anterior yo le pregunté creo que con un tono de voz algo más elevado, casi gritando: ¿hubo algún trato? me acerqué a él y tirando lo de un lado le di un beso para despedirme, muchas gracias por la compañía, la he disfrutado, ve a tu evento, que yo voy al mío, le dije. Y empecé a caminar alejándome de él hacia dónde estaban mis amigos. Andrés me cogió de los brazos torciéndolos hacia atrás y me quitó el bastón de la mano, diciéndome con tono autoritario y en bastante alta voz: "te he dicho que no puedes hacer eso, que ese no ha sido el trato, y que yo te saqué de tu casa, yo te devuelvo, y vamos porque llegaré tarde." yo traté  de soltarme y de recuperar mi bastón,  pude soltarme pero no recuperé mi bastón. Andrés había perdido los papeles, empezó a empujarme con una parte del cuerpo ante mi negativa  a caminar, "¡ devuélveme el bastón!", le dije.
Andrés había olvidado que estábamos en una reunión, primero me dio una zarandeada que hizo   que mi cartera cayera al piso, yo la recogí. Volví a pedirle que me devolviera el bastón, como no lo hizo, le di con la cartera, él me dio  una cachetada, dos de mis amigos se habían acercado, los dos varones, esposos de dos buenas amigas. recuperaron mi bastón y sacaron a Andrés de lugar, yo me sentía muy avergonzada, porque había roto la tranquilidad de todos, porque los amigos tuvieron que intervenir para ayudarme, porque había traído a Andrés como compañía.
todos estos pensamientos y sentimientos encontrados me hacían pensar que a lo mejor ir a la fiesta no iba a ser muy buena idea, sin embargo, pensé que hacer ese tipo de cambios de decisión en ese momento sería muy inoportuno, una decisión totalmente inconveniente, mucho más lesiva para mi imagen desgastada con este lamentable suceso.
felizmente yo contaba con muy buenos amigos, ninguno hizo preguntas, ninguno pidió más explicaciones de las que sus ojos les habían dado, tuve la impresión que la consigna era enterrar el momento desagradable. agradecí al universo por esa fortuna, y mientras íbamos a la fiesta, conversábamos sobre diferentes cosas, el clima loco, el tráfico, los arreglos y los desvíos viales que se estaban usando, sobre eventos pasados, sobre la amistad.
sentí que se disipaba mi incomodidad, casi había olvidado que Andrés me había acompañado a ese evento, de pronto me asaltó una ráfaga de preguntas: ¿porque tuvimos que llegar hasta ese extremo? se me ocurrían una serie de respuestas, luego otra pregunta: ¿que pude haber hecho para evitarlo? ¿Cómo prevenir que me vuelva a ocurrir esto con otra persona? la fiesta estuvo genial, tanto para los chicos como para los grandes, todo bastante bien organizado, nuevamente la satisfacción por el matrimonio de Casandra fue desplazando todas mis molestias, el momento desagradable se fue borrando. de pronto caí en cuenta  que mi  bastón estaba torcido, claro, los amigos habían forcejeado con Andrés para que éste lo devolviera. por fin llegó la limosina que se llevó a los recién casados a su luna de miel. ya quedábamos pocos, pero todos amigos. Los dueños de casa, tenían un dominó con los números en relieve, que usualmente usábamos cuando yo los visitaba, jugámos varias partidas, como también otros juegos, casi nos dio el amanecer después de la fiesta, pero todo tenía la tácita consigna de no generar incomodidad, no preguntas, no explicaciones, una vez más agradecí esa fortuna.
Sentí muy dentro de mí la sombra del miedo, miedo de los Andréses que uno pueda encontrarse en la vida.

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¡Adiós amor!

Desde comienzos de agosto, no había podido comunicarme con Werter Wiedermann Y💔 Yo percibía que él no quería contactar conmigo.🤙🏻 Aunque, las dos enfermeras, siempre fueron amables para megármelo incluso al teléfono.🙃 Una de las veces, me contestó su hija, Como de costumbre, yo no rebelé mi identidad, en ese preciso momento invente una, sin embargo no pude hablar con Werter.🙏  Las tres últimas noches, 7, 8 y 9. Lo soñé entre dormida y despierta. Werter ya no tenía un funcionamiento sexual ordinario. Por eso, cuando bromeaba con mis amigas, que me hacían bullying  en razón de la edad de Werter, yo siempre decía: no tiene un funcionamiento sexual ordinario, ¡Es extraordinario! 🤣 nuestros encuentros contaron con la presencia de ambos protagonistas, el Werter mayor pero varón, vital y experimentado, que de maneras originales, insospechadas, me condujo al Éxtasis, a la luna. Y el Werter patriarca, conservador, casi un sacerdote. El Werter viudo, que se había autoimpuesto un perfil desolado, en luto permanente por la amada esposa que nunca podría ser reemplazada por mujer alguna sobre la tierra. En esos casi dos años, aprendí a interactuar con ambos. Encontré la manera de identificar cuál de los dos estaba en el humbral. Poco poco dejaron de lastimarme Los comentarios recriminadores Del Werter patriarca. Que se culpaba a él mismo y a mi también, por los antojos, por la ansiedad de sentir, por ese fuerte deseo de estar juntos. La noche del 8, precisamente en la víspera, lo soñé o mejor dicho nos soñé abrazados, A medio desnudarnos, Como estuvimos tantas veces, El deslizaba sus manos sobre mis muslos hacia mi pubis,  yo estaba en posición semi recostada,él con medio cuerpo casi sobre mí. Me besaba apasionado, me decía: "Leyla, te voy a decir un secreto, un secreto de Elinor Y frotando mi pubis por encima de la ropa interior, ¿Tú te depilas aquí? Elinor lo hacía… luego me retiraba suavemente la ropa interior mientras besaba y mordisqueaba mis pechos… en ese momento del sueño, me desperté. Más que un sueño eso era un recuerdo, ese diálogo precedió a la primera sesión de intimidad que tuvimos. La noche del 9, nos recordé juntos en la ducha, Werter tenía lesionada una pierna, por eso para equilibrarse, usaba un bastón de apoyo, había puesto a su ducha una baranda que le permitiera sostenerse. Pegó su rostro al mío Y comentó: ¡Qué pena que tus ojos sean mudos! Los ojos de Elinor eran verdes, grandes, brillantes en quietos… sentí que una espada me atravesaba el cuerpo, que algo contundente como una piedra había golpeado mi cabeza, pero no dije nada, él siguió, si tú serías como cualquier mujer, como la mujer que viene y me hace la limpieza, Como cualquiera de mis enfermeras, como mis amables vecinas, esto que está pasando entre nosotros, no estuviera ocurriendo, esto ocurre porque tú eres excepcional! Lo último sinceramente me confundió, pero lo ignoré. Después de eso quedé profundamente dormida. Pero no había apagado el teléfono Y tenía las notificaciones activadas. Me desperté sobresaltada al escuchar: "Twitter, Twitter… El connotado político de izquierda Werter Wiedermann, ha dejado de existir en una clínica Local!" Se había ido, Werter se había ido. Me enteré por el Twitter… abrí mis redes y busqué de entre todas las publicaciones, Las mejores para re postearlas con comentarios de pesar alusivos a la perdida…
En ese momento, decidí que no iría a los funerales, pese a que mi condición de exalumna, era un buen pretexto, suficiente… además probablemente algunas de las compañeras irían, podríamos hacer yunta, para que mi ceguera y mi presencia no sean tan evidentes. Pero… No, decidí que no iría. Los subsiguientes días, fueron de mucha tristeza y oscuridad para mí. Momentos se combinaban en recuerdos caprichosos… Ya no sería nunca más. 

LLORANDO POR UNA DESCONOCIDA

Sentada en el Water, sin si quiera haberme terminado de cambiar, me sorprendí a mí misma llorando, extrañando a alguien que había muerto asesinada hace más o menos unos cinco meses en un país que yo conocía pero que no es el mío, lo único que teníamos en común con la finadita es ser del equipo ganador de la especie, o sea mujeres, y los focos quemados, por la ceguera. Mi afición y mi destreza por supuesto en los idiomas, me hizo desempeñarme un tiempo corto como profesora de inglés también con adolescentes, en ese tiempo, un semestre más o menos, crecieron hermosas relaciones con los estudiantes que todavía aun subsisten, no las ha asesinado el tiempo y la distancia, tal como era el caso de esta pobre mujer asesinada. http://youtu.be/BaRaMHXrjLg Mabel Galeano, un nombre que sabiendo que no está me puse a buscar en la lista de contactos del Iphone, yo me había olvidado que los Lunes se trabaja, las alarmas de todos los equipos, me lo repetían, me lo gritaban, pero... no quise, no me dí por enterada. Lo más desconcertante, es que cuando hube pasado mi contacto 509 que es el último de la lísta, me sorprendí diciéndome a mí misma,—no está. Luego me terminé de vestir como autómata, no me tomé el desayuno, lo empaqué para llevarlo, pedí un taxi y salí, porque ya era tarde. Durante el día mientras esperaba una u otra cosa, me puse a investigar sobre la mujer asesinada. Tenía 33 años, nació en un pueblo distinto a la ciudad en que murió, era querida y su muerte conmocionó a la localidad. ¿por qué?, ¿cómo es posible tanta vulnerabilidad?, es un feminicidio, pero, fuera de lo típico, y... ¿qué maldita cosa es lo típico?, un marido energúmeno, troglodita, que golpea hasta matar, un padre o padrastro enfermo, desquiciado y malnacido que viola y luego mata, en oculta venganza de no se sabe qué mierda. Delincuentes, que secuestran violan y matan mujeres, por vicio, porque sí. No... no era ese caso, Mabel había confiado la administración de sus ahorros a un amigo, pienso que lo había convertido en coadministrador, como profesora no creo que la jóven Mabel tuviera ingentes sumas de dinero, así que eran cantidades y dineros ordinarios, que usados con austeridad, sí, de esa austeridad paracaidista, usualmente no elegida por las mujeres con discapacidad visual, pues no es que vivir en ninguna parte con discapacidad sea barato, no, siempre es más caro, pero, como tus ojos no ven las vitrinas, ni miran el nuevo look de la amiga, o los zapatos o los accesorios tan coquetos, se atenúa el natural espíritu consumista, sigues usando la ropa que compraste el año pasado para el verano, y guardas la ropa de invierno para usarla cuando éste vuelva, muchas veces las espejo, las otras mujeres, por pena o por otra razón generalmente buena, no te dicen, que el pantalón ya perdió color, que el saco, o que la blusa, ya se ve desgastada, es una austeridad a propósito de privaciones, porque la atenuación del espíritu consumista tiene su orígen en la desigualdad, no es igual el acceso a la información sobre moda, sobre comodidad, sobre antojos, que tiene la mujer con discapacidad visual en comparación con la que no tiene discapacidad. Sin embargo esta situación podría ser que hubiera generado mayor disponibilidad de dinero. Pero... la jóven Mabel, por algo era profesional, su inteligencia no le permitió continuar siendo engañada, el amigo le había estado robando sistemáticamente y al verse descubierto, la asesinó a puñaladas, pero lo peor, lo más indignante es que tiene dos cómplices, ¿tres hombres sin discapacidad para quitarle la vida a una jóven ciega?, ¿es posible tanta criminalidad?, sigo consternada, porque muchas veces he recurrido en mi soledad a personas no conectadas por sangre conmigo para manejar mi dinero, todavía respiro, me toco la cara, está mojada, abro y cierro mis manos, ¡estoy viva!, pero también he sufrido el robo y la estafa traicionera de la confianza depositada en ellos, todavía respiro, estoy sentada aquí llorando, lloro y no sé qué responder a quienes me preguntan, no sé qué decir, sigo llorando, pero todavía respiro ¡maldita sea!, pero qué, ¿qué es lo que estoy maldiciendo?, ¿maldigo que no me hayan matado por unos centavos? ¡noooó! maldigo la desigualdad, la injusticia que te obliga a exponer tu autonomía, la configuración sórdida del sistema que te hace todavía más vulnerable, yo no creo en la suerte ni en la mala suerte, la ocasión hace al ladrón, pero este sistema de marras, es el principal fabricante de ocasiones nefastas. ¿tres hombres sin discapacidad para quitarle la vida a una jóven ciega?, ¿cuantos centavos valía la vida de esta jóven ciega?, ¿por qué matarla, por qué una decisión tan fatalista?, no ha sido pasional, lo han pensado, lo han planificado, con toda alevosía y ventaja. ¡Q. E. P. D. Mabel Galeano, qué pena conocerte en estas circunstancias, duerme en paz, llévate mis lágrimas por favor, te ofresco mi sincera amistad!

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